“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (Organización Mundial de la Salud, 1948).
Un ser humano sano es aquel que está en equilibrio en todo su ser (físico, psíquico, espiritual) y en todas las áreas, dimensiones, y aspectos de su vida. Y esto, afortunadamente, es algo que con voluntad se aprende.
La adquisición de hábitos de vida saludables en cualquiera de las áreas, dimensiones y aspectos de tu vida, te permite ir alcanzando el equilibrio y el completo bienestar.
Tu salud depende de ti en gran parte y de las decisiones y elecciones que vas tomando a lo largo de tu vida. Elecciones incorrectas (a veces inconscientes) prolongadas a lo largo del tiempo, pueden terminar manifestándose en una enfermedad de cualquier tipo, pudiendo ser crónica o terminal, si no se resuelve la raíz del problema que hay tras la sintomatología de la enfermedad.
Un adecuado acompañamiento, asesoramiento, guía, apoyo emocional e intervención en cualquier proceso de enfermedad, te ayudará a identificar la raíz del problema, trabajarla, e ir restableciendo tu equilibrio, o en su defecto, ir aceptando la enfermedad y sus distintas fases y consecuencias.
Del mismo modo, las personas que son o han sido cuidadoras principales de otras personas enfermas también necesitan ser apoyadas emocionalmente, ser ayudadas y disponer de tiempo para cuidar de sí mismas.