Cada vez es más frecuente que los/as profesionales, los trabajadores y las trabajadoras, se sientan en sus empleos, de un modo u otro, como marionetas de un sistema que en mayor o menor medida les esclaviza.
Jornadas laborales interminables, salarios que apenas te permiten la supervivencia, la imposibilidad de decidir libremente sobre el curso de muchos de los acontecimientos sobrevenidos por mandato o decisiones ajenas, la precariedad e inestabilidad laboral, las cada vez mayores dificultades de gran parte de la población de acceso a los recursos que les permiten cubrir sus necesidades básicas, entre ellas la vivienda, los enormes obstáculos para poder planificar mínimamente tu vida personal…, etc., todo ello en su conjunto crea un caldo de cultivo perfecto para que, cada vez más, la población sienta un profundo malestar con las posibilidades, oportunidades y resultados de su desarrollo laboral y desempeño profesional.
Así mismo, el clima organizacional, las relaciones interpersonales en el contexto laboral, las características particulares del desempeño del puesto de trabajo en cuestión…, en general cuando no son adecuados y/o con todo lo expresado con anterioridad, puede conllevar como consecuencia algunos de los principales problemas de índole psicológico que tienen lugar en el área laboral. De hecho, los más frecuentes serían los siguientes:
El Síndrome de Burnout, Síndrome de Desgaste Profesional o, coloquialmente, del Trabajador Quemado. Este síndrome consiste en una respuesta prolongada de estrés ante los distintos factores emocionales, interpersonales, profesionales estresantes que acontecen durante el desempeño laboral. El mismo se manifiesta con fatiga crónica, ineficacia y negación de lo que está sucediendo.
Trastornos del sueño (insomnio, pesadillas, terrores nocturnos…).
Estrés laboral.
Ansiedad generalizada.
Climas laborales conflictivos.
Conciliación de la vida personal y laboral.
Bloqueos emocionales.
Desmotivación y absentismo laboral.
Depresión.
Mobbing o acoso laboral. Es la acción de un acosador o varios acosadores, conducente a producir desprecio, desánimo, intenso desagrado e incluso miedo y terror en el trabajador afectado hacia su trabajo, desempeño y desarrollo profesional como consecuencia de la situación de acoso que está viviendo. Esta persona o grupo de personas son maltratadas psicológicamente de forma injustificada por sus compañeros, subalternos y/o sus superiores (bossing). En algunos casos, puede sufrir la persona acosada daño físico, encubriéndose este daño como algo accidental y fortuito.
Miedo y angustia.
Acoso sexual, agresiones sexuales en el ámbito laboral.
Pérdida de autoestima.
Síntomas somáticos (dolores o molestias físicas crónicas, por ejemplo, de índole estomacal, dermatológica, músculo-esquelética…).
Síndrome del trabajador burbuja. Lo sufren aquellos trabajadores que son incapaces de desconectar de su trabajo aunque la jornada laboral haya finalizado. Es más habitual en trabajadores autónomos pero puede afectar a cualquier empleado o profesional de cualquier ámbito.
Adicción al trabajo (Workaholic). Preocupación mental relacionada con el trabajo u obsesión problemática que conlleva una alta inversión de tiempo y esfuerzo en la actividad laboral, descuidando las demás áreas de la vida. En consecuencia, no consiste solamente en trabajar muchísimas horas sino en la preocupación u obsesión relacionada.
Adaptación a los cambios laborales.
Accidentes Laborales y sus Consecuencias Psicológicas.
Siniestralidad Laboral y su Repercusión en la Familia.